Pensiones precarias y discrimación de género. Reflexiones sobre el caso chileno.
El esquema de capitalización individual no ha dado los resultados comprometidos durante sus tres décadas de funcionamiento. Problemas como la discriminación de género, la baja tasa de reemplazo, son algunas de las dificultades a las cuales los pensionados chilenos deben hacer frente. El Estado, por su parte, debe hacerse cargo de pagar la mayoría de las pensiones o en su defecto subsidiar a las autofinanciadas por sus bajos montos. Dichas situaciones buscaron solución en la Reforma Previsional el año 2008 (ley 20.255) Creando los tres Pilares que existe hoy. Lamentablemente no ha sido capaz y las pensiones siguen siendo insuficientes para tener una vida digna. El Pilar Solidario ha jugado un papel fundamental en la mejora de las pensiones y en la búsqueda de la equidad de género de las mismas. Creando políticas publicas exclusivas para mujeres como el bono por hijo que tienen como fin mejorar el monto individual de las mujeres chilenas. Y también incorporar a las que nunca han cotizado. No obstante, el problema no podrá ser resuelto en el esquema de capitalización individual ya que este tiene un modo de cálculo de expectativa de vida con distinción de género lo que hace imposible solucionar dicho problema. Podrá el Estado chileno seguir en la misma lógica del sistema de capitalización individual o ya será hora de replantear el sistema de pensiones en chile.
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