"Participación política en Colombia" Otra mirada de la Democracia

El concepto democracia forma parte de un debate ferviente entre filósofos y teóricos políticos, Se observa que para algunos la democracia se limita a unas elecciones periódicas, con la participación de unos partidos compitiendo por el poder, para otros no es solo una forma de gobierno, sino, un estilo de vida. Finalmente otros consideran la democracia como el respeto a unos derechos civiles y políticos. En todo caso y bajo estas miradas su definición ya sea procedimental o minimalista es la que conlleva a mayores consensos en la actualidad a la sociedad civil, por lo tanto, para que un país sea considerado democrático necesita como mínimo unas elecciones periódicas, libres, justas y competitivas. Colombia, una de las democracias mas estables de Latinoamérica es a su vez el Estado con los niveles de participación electoral y ciudadana mas bajos de la región, en consecuencia la relación participación/abstención electoral es cada vez mas creciente. Mediante un análisis estadístico y comparativo es posible identificar las causas de este fenómeno particular en Colombia y en consecuencia desarrollar y describir aspectos, tales como; la educación, la equidad de genero, el conflicto armado, la corrupción, y la falta de garantías de oposición y de inclusión en la participación política han influido para que la relación abstencionismo/participación cada día sea mas alta en el país. Por lo tanto Colombia hoy por hoy nos presenta un reto para la democracia y en particular para sus ciudadanos debido a diferentes factores como la polarización política, la corrupción y la implementación de una propaganda del “miedo” por parte de las elites políticas en el marco de la construcción y consolidación de la paz para el Estado Colombiano. Según el trabajo realizado por el CEDAE, la participación política a nivel mundial ha disminuido desde inicios de los 70s, es decir, cada que se programan elecciones para la elección de los gobernantes la participación política de los ciudadanos asciende a un setenta por ciento de los ciudadanos que pueden ejercer el voto de manera no obligatoria y esta tendencia es aun más notoria en las elecciones parlamentarias. Una de las maneras de consolidar la democracia es mediante la participación política que ejercen los ciudadanos durante las elecciones que cada país realiza en un periodo especifico programado para tal fin. “Las elecciones sirven para elegir las buenas políticas y los políticos que apoyan tales políticas” (Przeworski,1998, p.9), en este sentido las elecciones son una forma de participación directa en donde los ciudadanos mediante el “voto” asisten a las urnas para elegir a sus gobernantes con el ánimo de que las políticas por las cuales están votando sean las implementadas durante el mandato para el cual se está postulando el político. Los partidos o los candidatos formulan propuestas de políticas durante sus campañas, y explican cómo esas políticas afectarían el bienestar de los ciudadanos; los ciudadanos deciden cuales de estas propuestas quieren que sean implementadas y a que políticos encargar esa implementación, y los gobiernos las implementan. Por consiguiente, las elecciones emulan una asamblea de democracia directa y la plataforma vencedora se convierte en “mandato” que el gobierno debe cumplir. Desde un segundo punto de vista – la “responsabilidad” las elecciones sirven para hacer a los gobiernos responsables por los resultados de las acciones realizadas. (Przeworski.1998, p.9) Es desde las elecciones en donde la participación democrática da a los ciudadanos la posibilidad de intervenir en las decisiones acerca de que políticas se deben aplicar para el Estado, en esa medida, surge como fenómeno de esa participación lo que se ha denominado “Cultura Política” enmarcado dentro de un proceso llamado “participación”, y es en este sentido donde mecanismos de participación democrática como el sufragio universal, los partidos políticos y los cuerpos colegiados que ya forman parte de la estructura del Estado son los llamados a consolidar esa cultura política, no únicamente desde los sistemas electorales sino también desde la participación y de la interiorización del concepto en la sociedad, con el fin de legitimar si inclusión en todos los ciudadanos, así, “El termino cultura política se refiere a orientaciones específicamente políticas, posturas relativas al sistema político y sus diferentes elementos, así como actitudes relacionadas con la función de uno mismo dentro de dicho sistema” (Almond y Verba. 1992, p.179). En tal sentido la cultura política en marcada dentro de los cánones de construir una cultura de participación efectiva y de consolidación dentro de los sistemas democráticos se puede definir como “Aquella en que los miembros de la sociedad tienden a estar explícitamente orientados al sistema como un todo y hacia sus estructuras y procesos políticos y administrativos; en otras palabras, hacia los aspectos, input y output, del sistema político” ( Almond y Verba.1992.p.184). Desde otra perspectiva la cultura política es fundamental para el desarrollo de la democracia sobre todo para Colombia y América Latina: Esta tesis se funda en observaciones a nivel de la élite política, sus valores y su comportamiento, al igual que en observaciones a nivel de la sociedad civil y el electorado que indican una brecha entre el espíritu de las instituciones y el estado de desarrollo de la cultura democrática. Estas observaciones resultan de análisis de procesos políticos, discursos, comportamientos, encuestas y eventos electorales en los diversos países de la región (Nohlen.2007, p.29) De igual forma Nohlen le atribuye una serie de características que deben tenerse en cuenta para construir una cultura política fuerte que ayude al fortalecimiento de la democracia en los diferentes países de la región, tales como; La confianza, Lucha contra la corrupción, La tolerancia, Capacidad de las élites políticas para formar compromisos y consensos. Otro elemento que es de vital importancia en el fortalecimiento de la democracia es el de la “participación política” está entendido como una característica que busca “reivindicar un derecho de los ciudadanos comunes a acceder, en cuanto tales a la esfera política, es decir, a participar en la de las decisiones que como vinculo de la comunidad nacional” (Pizzorno.1975. p.18). Otros elementos que son fundamentales en la construcción de la participación política y que hoy por hoy tienen una gran relevancia en el quehacer político son los movimientos sociales y los partidos políticos, ya que estos son una expresión de fortalecimiento desde el punto de vista organizacional y de logística, de igual forma hoy la participación política de los ciudadanos se ha colocado en la agenda política ya que debido a que dicha participación corresponde a afectos de solidaridad en torno a causas comunes que identifican a los ciudadanos frente a temas de interés, esta nueva forma de participación se contrapone a la clásica que se da frente a sistemas de interés específicos, como el sistema económico el cual se nos presenta como un sistema de intereses propios. Es en esta medida como la participación política se constituye en una relación de solidaridad entre el Estado y las clases sociales. Pizzorno la define de la siguiente manera: “La participación política es una acción que se cumple en solidaridad con otros, en el ámbito de un Estado o de una clase, con vistas a conservar o modificar la estructura (y por lo tanto los valores) del sistema de intereses dominantes. Que se trata de una acción que se desarrolla dentro de las relaciones de poder –como se preocupan por subrayar las definiciones de la ciencia política contemporánea – que da implícito en el hecho de que las relaciones de un sistema de intereses son siempre relaciones de poder” (Pizzorno. 1975, p.39). Es importante señalar que para que la participación política por parte de los ciudadanos se de forma manifiesta es necesario consolidar una conciencia de clase, es decir, que los ciudadanos mediante sus acciones de clase, las cuales se verán traducidas en participación política. Para Pizzorno la participación política debe estar basada en tres hipótesis “1. de la organización, 2. de la lucha de clases, 3. de los estados revolucionarios.”. De igual manera en pro de consolidar la participación política por parte de los ciudadanos es importante el fortalecimiento del estado y de sus instituciones con el fin de consolidar una democracia fuerte y duradera en el tiempo. En este punto de esta revisión bibliográfica considero fundamental hacer referencia al texto de Norberto Bobbio llamado “el futuro de la democracia” en la medida que siendo la democracia la que cumple un papel importante en garantizar a los ciudadanos sus diferentes formas de participación en la toma de las decisiones que le son propias, como en las jornadas electoreras con el fin de elegir a los políticos que les gobernaran. Para Bobbio la democracia está planteada de la siguiente manera: Por lo que respecta a la modalidad de la decisión la regla fundamental de la democracia es la regla de la mayoría, o sea, la regla con base en la cual se consideran decisiones colectivas y, por tanto, obligatorias para todo el grupo, las decisiones aprobadas al menos por la mayoría de quienes deben de tomar la decisión. Si es válida una decisión tomada por la mayoría, con mayor razón es válida una desaprisionada por unanimidad. (Bobbio.1986, Pp. 14-15). Es de esta manera como la toma de las decisiones y la participación política de los ciudadanos se encuentran transversalizadas por el consenso de la mayoría, y aunque la democracia en algunas épocas a sufrido algunos reveses y crisis, hoy por hoy se encuentra vigente y activa garantizando dentro del Estado democrático; “Los principales derechos de libertad, existencia de varios partidos en competencia, elecciones periódicas y sufragio universal, decisiones colectivas o concertadas (en las democracias coasociativas o en el sistema corporativo) o tomadas con base en el principio de mayoría de cualquier manera siempre después del debate libre entre las partes o entre los aliados de una coalición de gobierno. Existen democracias más sólidas o menos sólidas, más vulnerables; hay diversos grados de aproximación al modelo ideal, pero aun la más alejada del modelo no puede ser de ninguna manera confundida con un Estado autocracia y mucho menos con uno totalitario.” (Bobbio, 1986, Pp. 29-30). De igual manera para Castoriadis, este considera a la; “La democracia como régimen es, por lo tanto, el régimen que intenta, en la medida que sea posible, realizar al mismo tiempo la autonomía individual y colectiva y el bien común como tal y como es concebido por la colectividad considerada” (Castoriadis.1994, p.58). Según el estudio del Cedae, este señala que “Las elecciones son el componente esencial de la democracia y la forma moderna de legitimar este proceso de selección que es el sufragio o voto.” (CEDAE. 2013. p.9) y de la misma manera en el informe Nohlen señala “la participación electoral es la más importante de las formas de participación, debido a que es la más igualitaria de todas e incluye a todos la ciudadanía” (2004, p.141)(CEDAE.2013.p.9). Desde una mirada comparada si las elecciones son el mecanismo por excelencia para que la mayoría de ciudadanos ejerzan su derecho a la participación política en la elección de los políticos que los van a gobernar, es curioso como esos niveles de participación no corresponden al ciento por ciento de la población que tiene derecho a ejercer, en la medida que las instituciones y la normatividad se los permite y por el contrario cada vez más frecuente se presenten niveles de abstención más significativos. Según el estudio realizado por la CEDAE: “la tendencia mundial indica que la participación electoral para cargos legislativos se ha ido reduciendo en los últimos 40 años. En este sentido según la base del IDEA internacional (2013), desde 1960 hasta finales de 2000 los niveles se han reducido en más de un 10% promedio, y en casi todos los países con datos los niveles de participación son más bajos hoy que hace 30 años o en su primera elección de referencia.” (CEDAE. 2013, p.11). Es así como a continuación de una manera más empírica describiré el caso de abstencionismo en la participación política en Colombia ya que tiene una relevancia significativa por sus altas tazas de abstencionismo frente a otras democracias de la región. ANTECEDENTES DE LA PARTICIPACIÓN EN COLOMBIA: Sentido Histórico: Dos características marcan al sistema político en Colombia en cuanto a la participación, el país ha estado atravesado por prácticas de Clientelismo y Autoritarismo, estableciendo una lógica perversa entre gobernantes y gobernados. La respuesta lógica de la ciudadanía a esta doble condición fue diversa; por un lado creció el abstencionismo que no ve sus intereses reflejados en las elecciones y por otro lado la protesta ciudadana ante la incapacidad del Estado por resolver las necesidades ciudadanas y finalmente el incremento del conflicto armado, creando así el clima adecuado para que a través de la constitución del 91 en el artículo 40 se le otorga el derecho a participar en la conformación, ejercicio y control del poder político. De igual manera se establece en los artículos 103,104, 105 y 106 las formas de participación democrática, así como también mediante la Ley 134 de 1994 crea los diferentes mecanismos de participación ciudadana, lo anterior con el fin de ampliar el espectro participativo en la toma de decisiones del Estado Colombiano. DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA. Según lo planteado en el estudio que realizo el CEDAE, la participación política en Colombia se analizó desde 1978 hasta CONTEXTO DE LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN COLOMBIA: La participación ciudadana en Colombia se ha dado bajo condiciones de desigualdad y exclusión social. Pobreza y Exclusión: Colombia presenta uno de los índices más altos de concentración del ingreso en América Latina (Velasquez y González,2003). La exclusión y pobreza es un factor preponderante en la vida social, económica y social de sus ciudadanos. Con un creciente aumento en décadas anteriores. Sistema y Cultura Política: La participación ciudadana en Colombia surge como un medio para reformar las estructuras formales de la democracia y convertirlas en dispositivos capaces de interpretar la voluntad y las demandas de la población. El clientelismo y la corrupción, ambos inspirados en el principio del beneficio particular por encima del colectivo, y, en general, la crisis de la política en Colombia ha propiciado la desinstitucionalización del Estado a lo que se suma un fuerte corporativismo e, incluso, un individualismo a ultranza en el campo de las relaciones entre el ciudadano y el Estado, lo que tampoco contribuye a la participación. Así, pues, la participación se enfrenta a componentes culturales de gran monta, que no siempre están articulados en función de los objetivos que ella persigue, a saber: el fortalecimiento de lo público, el compromiso moral de la ciudadanía con la política como forma colectiva de definir el destino de todos y todas, la articulación entre intereses particulares e interés colectivos, la cooperación y la solidaridad para quebrar el clientelismo y la corrupción y el logro de una gestión pública que, alimentada por la participación, contribuya a mejorar la calidad de vida de los colombianos. Violencia y Participación: Otro factor que alimenta la baja participación ciudadana en Colombia es la violencia y esto se ve reflejado en los asesinatos de los lideres, en especial en las zonas que tradicionalmente han tenido gran impacto por los diferentes grupos armados que se disputan el poder territorial, debido a lo anterior un gran número de líderes se ven en la necesidad de mantener un bajo perfil con el fin de no ser asesinados. De esta manera vemos como la violencia es un factor determinante en la participación, además de atemorizar a la población civil, también ha incidido en no permitir el surgimiento de nuevos líderes para las regiones golpeadas por el conflicto armado. Actores de la Participación: La participación se ha venido incrementando desde finales de la década de los ochenta, desde este periodo han emergido nuevos actores en la participación que buscan un lugar para establecerse frente a una puja constante con los viejos líderes que a su vez están atornillados a la estructura política tradicional creando tensiones de liderazgo y estableciendo nuevas relaciones entre el estado y la política tradicional. De esta manera surge algo cada día más interesante es que con el auge de estos agentes participativos llegan a este escenario lideres entre los que encontramos mujeres, algunos jóvenes, adultos mayores que no habían tenido la oportunidad de aprovechar estos espacios de la esfera pública. Es así como los encontramos en las veedurías ciudadanas, en los consejos de juventud, en consejos de cultura y un sinnúmero de nuevas estancias de participación. Pero contrariamente se presenta un fenómeno muy particular en la participación ya que si bien es cierto estos nuevos espacios de participación han sido creados para que los estratos bajos sean los que se apropien de la participación, resulta curioso que quienes se han tomado estos espacios son los estratos medios y altos. Avances de la Participación: Los avances en materia de participación en Colombia son significativos, aunque no son del todo suficientes o por lo menos no ocupan el rango de importancia que deberían tener para el Estado y en especial para sus Gobernantes. La institucionalización consagrada en la Constitución del 91 da un avance significativo para la participación y aunque en su momento fue prometedor estos avances han ido perdiendo importancia en la medida que al momento de aplicarla y entrar en su ejecución la excesiva normatividad limita al mecanismo y en consecuencia des legitima su función para el cual se creó, limitando en gran medida el objetivo principal que es la participación ciudadana. Los avances de la participación se han venido presentando en cuanto a control social, rendiciones de cuentas, veedurías a la gestión pública. Una opinión mayoritaria por parte de los ciudadanos al momento de evaluar la participación es el rol que juegan en la toma de las decisiones en el ámbito local y a su vez le dan gran importancia a la participación que han tenido los nuevos líderes y organizaciones sociales frente a las autoridades locales. Otro avance de la participación ha sido la oportunidad que tienen los ciudadanos de presentar proyectos para su barrio, vereda, comuna y así fiscalizar el desempeño de las autoridades públicas con el fin de resolver los problemas de su entorno inmediato. Un avance significativo de la participación ha sido el desmonte clientelista de algunos espacios de participación que tradicionalmente se encontraban en dominio por los políticos, esto con el fin de crear nuevas relaciones sociales y desmontar y desvirtuar la practica clientelistas de las comunidades demostrando que hay otras alternativas mucho más coherentes y efectivas de resolver los problemas de las comunidades. El 2010, es en este periodo de como dicho estudio nos muestra tres características de como ha venido evolucionando el fenómeno abstencionista en Colombia: 1. Evolución histórica de la abstención en Colombia desde 1978. 2. Situación la abstención electoral por departamento de los últimos tres procesos electorales, tanto para presidente como para gobernadores. 3. Análisis cifras generales (Alcaldías, Asambleas y Concejos) Datos electorales, consolidado nacional. 4. Desarrollo de la abstención electoral en municipios (incluidos en el plan de consolidación del Gobierno Nacional) bajo la influencia del conflicto armado. En Colombia luego de la disolución del frente nacional se volvieron a celebrar elecciones en donde los partidos entraron en competencia por el poder, estas elecciones se llevaron a cabo en el año de 1974, para esta contiendas electoral la participación de los ciudadanos alcanzo un 63%, teniendo en cuenta que la edad limite para votar era de 21 años, así mismo se puede señalar que conjuntamente con la elección del presidente, se eligieron a los miembros de congreso, las asambleas y los consejos municipales, eso según el informe se puede establecer que pudo ser un indicativo de la alta participación en las urnas. Para las elecciones presidenciales se ha podido establecer que para 1978 el índice participativo fue de 5 millones para el periodo 2010 el índice de participación fue de 15 millones, esto nos indica que el censo electoral ha ido creciendo paulatinamente de 12 millones de personas a un promedio de 30 millones de personas aptas para ejercer su derecho en 2010. según la CEDAE se puede decir que: “Colombia en términos demográficos tiene un 65% de la población total en edad de sufragar. Esto, sumado a una taza de natalidad de 2.4% refleja que el patrón electoral seguirá creciendo en los próximos años a un ritmo superior a la media mundial y/o regional” (CEDAE. 2013, p22). Elecciones Presidenciales, 1978-2010. durante el periodo analizado unguis el CEDAE se pudo establecer que el promedio de participación para las elecciones de presidente fue de un 45,99% esto presentando un indicativo que para los doce periodos analizados en diez de ellos la abstención electoral fue más significativa que las personas que solieras a ejercer su derecho constitucional. “el sistema colombiano para la elección de presidente, desde 1991, se basa en el ballotage, es decir, ir a una segunda vuelta si ningún candidato obtiene la mitad más uno de los votos.” (CEDAE, 2013, p.22). Según lo que pude establecer la inclusión de la segunda vuelta en las elecciones presidenciales, la inclusión del tarjetón electoral y las reformas constitucionales como el ballotage y las implementadas en la constitución de 1991, muestran un avance muy significativo en lo concerniente a la participación política de los ciudadanos, frente al fenómeno abstencionista. De igual manera pude establecer que, aunque la participación para las elecciones de Amara y Senado es significativa esta no sobrepasa el 42.30% de participación también durante el periodo de 1978-2010, presentando uno de los niveles más bajos de participación a nivel global y por consiguiente de la región. De igual manera según la CEDAE se pudo establecer que las reformas institucionales introducidas por la constitucional de 1991 como “Circunscripción nacional para el Senado, y circunscripción especial para comunidades indígenas; circunscripciones especiales en Amara para minorías étnicas y políticas” (CEDAE.2013. p.24) incidieron frente al fenómeno abstencionista. El fenómeno abstencionista en Colombia ha sido muy diverso presentando el índice más alto en el año 2006 donde la abstención llego a un 60% en lo referente a las elecciones de Amara. En lo que concierne al Senado el estudio pudo establecer que el año con más abstención en la elección de este cuerpo colegiado fue del 57,09% en el año 2002. Aunque se afirma que la Registradora Nacional del Estado Civil viene trabajando en la depuración del censo electoral ,esta ,establece que les ha sido muy difícil desligar del censo las redes cliente listas que se presentan en las regiones debido a que como el voto no es obligatorio estas redes en campaña se activan y por ende los políticos candidatos con el fin de alcanzar sus objetivos en muchas ocasiones hace que estos incurran en brindar apoyos financieros a los votantes dado que hay que convencerlos para que voten y lo hagan por determinado candidato. Un indicativo a tener en cuenta frente a el fenómeno abstencionista es su inferencia que este ha tenido en los municipios donde el conflicto armado ha sido más influyente, por lo tanto: En la mayoría de los municipios con mayor afectación el conflicto armado colombiano, así como en aquellos que se han caracterizado por tener una economía basada en los cultivos ilícitos, las dinámicas electorales se han visto afectadas, casi siempre favoreciendo al actor armado predominante. En algunos casos, los actores armados ilegales han vetado candidatos o han ejercido influencia para que se vote por uno u otro candidato, o en su defecto para que no se ejerza el derecho al voto. Al final la democracia y sus instituciones son las grandes perdedoras en la búsqueda por parte de cada actor de ejercer el poder locales determinadas zonas aparentemente vedadas para el Estado colombiano. (CEDAE.2013, p.31). BIBLIOGRAFÍA ALMOND, Gabriel y VERBA sidney. 1992. “La Cultura Política”. En: Diez Textos Básicos de la CONTEXTO DE LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN COLOMBIA: NOHLEN, Dieter. 2007. “Instituciones y cultura política”. México: Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM e IDEA Internacional. Pp. 3-30- BOBBIO; Norberto. 1986. “El Futuro de la Democracia”. México: Fondo de Cultura Económica. Pp. 13-31- CASTORIADIS, Cornelius. 1994. “La Democracia como Procedimiento y como Régimen”. Conferencia Magistral pronunciada en el Congreso Internacional organizado por el Centro de la reforma del Estado. Roma. Febrero de 1994. Pp. 50-59. PIZZORNO, Alesssandro. 1975. “Introducción al e Estudio de la Participación Política” En: A. Pizzorno, M. KAPLAN, y M. CASTELLS, Participación y cambio Social en la problemática Contemporánea. Buenos Aires: Ediciones Siap-Planteos. Pp. 13-75. PRZEWORSKI, Adam. 1998. “Democracia y Representación” En: Revista del CLAD Reforma y Democracia. No. 10 (Feb. 1998). Caracas. Pp. 7-31. Registradora Nacional del Estado Civil; Centro de Estudios en Democracia y Asuntos Electorales -CEDAE; Universidad Sergio Arboleda. Escuela de Política y relaciones Internacionales, “grupo de Análisis Político” -GAP. 2013. Fondo de Publicaciones de la Universidad Sergio Arboleda. Pp. 1-62.

Julio Cesar sandoval guzman /Universidad del Valle
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